Estimados padres y líderes de los jóvenes:
Amamos a la juventud de la Iglesia y sentimos gran respeto y admiración por estos hijos e hijas escogidos de nuestro Padre Celestial, pues ellos son los futuros padres y líderes de la Iglesia. Rogamos que como padres y líderes les ayudemos a permanecer fieles al Evangelio de Jesucristo. Queremos que los jóvenes de la Iglesia sean siervos de Dios valientes y rectos y que se dediquen a vivir diariamente de tal manera que puedan ir al templo y recibir las más grandes bendiciones que Dios tiene para ellos; por lo tanto, hemos escogido el templo como símbolo para la juventud de la Iglesia. Las guías Para la fortaleza de la juventud; Sacerdocio Aarónico: Cumplir nuestro deber a Dios; y Mujeres Jóvenes: El Progreso Personal ayudan a los jóvenes y a las jovencitas a entender lo que nuestro Padre Celestial desea que hagan y que sean. Esas guías constituyen el material de consulta para que ustedes, como padres y líderes, ayuden a la juventud a prepararse para recibir la investidura del templo, servir una misión, casarse en el templo y ser padres.
Esperamos que todo varón joven obtenga el Premio Mi Deber a Dios y que toda jovencita obtenga el Reconocimiento a la
Joven Virtuosa. Los requisitos para obtener ese premio y ese reconocimiento son desafiantes y proporcionarán grandes recompensas. Estamos agradecidos por los padres y líderes que ayudan a la juventud a cumplir con dichos requisitos. Que el Señor les bendiga conforme ayudan a la juventud de la Iglesia a avanzar hacia las grandes responsabilidades que les aguardan.
La Primera Presidencia
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